Ángel de Dios
Ángeles de Dios, bajo cuya custodia me puso el señor con amorosa piedad, a mí que soy su encomendado, alúmbreme hoy, guárdenme, diríjanme y acompáñenme. Amén.
Ángeles de Dios, bajo cuya custodia me puso el señor con amorosa piedad, a mí que soy su encomendado, alúmbreme hoy, guárdenme, diríjanme y acompáñenme. Amén.
“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Se nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios,
pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno
con él divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos
por el mundo para la perdición de las almas.”
Oh, María aurora del mundo nuevo.
Madre de los vivientes
a Ti confiamos la causa de la vida;
mira, Madre, el número inmenso de niños
a quienes se les impide nacer,
de pobres a quienes se les hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia
o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo,
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Gracias mi Dios, por todas las bendiciones del mes que ya culminó.
Gracias María, Reina de la Paz, por interceder por mí y por el mundo entero.
Pongo en tu mano extendida, todas las alegrías y tristezas del mes que ha finalizado.